La Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción es el Monumento más destacado de Tórtola de Henares. Este icono de la localidad, de estilo mudéjar, fue construido en el siglo XVIII y a día de hoy se conserva en perfectas condiciones. Consta de una nave de gran altura, con cubierta prismática y el coro a los pies. Dispone de una sacristía con un dintel de ornamentación plateresca y un pórtico con arcos de carpanel de ladrillo.

El conjunto monumental está rematado con una espadaña con dos cuerpos en mampostería y tiene en su coronación, tres huecos para las campanas. En su interior destacan Santa Catalina y el Cristo de los Remedios, que recorren las calles de Tórtola en las fiestas patronales.
Situada en la periferia del núcleo urbano, resalta la Casa Neomudejar, un edificio del siglo XIX, con muros de ladrillo y recuadros revestidos.
Fuentes y abrevaderos se encuentran a cada paso, y son elementos a destacar dentro del patrimonio de la localidad:
- Fuente Abrevadero, construida en sillería caliza.
- Conjunto de fuente-abrevadero y lavadero descubiertos, construidos en sillería caliza con sus desagües.
- Lavadero cubierto construido en mampostería, verdugadas y esquinas de ladrillo.
- Puentecillos sobre el arroyo con muros de reforzamiento.
La historia alto medieval de Tórtola de Henares está ligada a las vicisitudes de la vecina Guadalajara. Al parecer, existía en Tórtola una atalaya islámica que formaba parte de la línea de vigilancia del Henares. Precisamente, el origen etimológico de Tórtola parece hacer referencia a la existencia de una torre. A mediados del siglo XI, este territorio se hallaba vinculado a la taifa de Toledo. Poco después quedó bajo la influencia castellana, en concreto del rey Alfonso VI, en su estrategia de presión sobre el reino toledano. Historia y leyenda se confunden para otorgar a Álvar Fáñez un papel protagonista en la conquista de la ciudad Guadalajara y la sujeción de los territorios circundantes al gobierno de Alfonso VI. El Cantar, haciéndose eco de estas tradiciones, sitúa en estas tierras a Álvar Fáñez, lugarteniente del Cid, durante una algara que, pasando por Hita, le lleva a Guadalajara y hasta las mismas puertas de Alcalá de Henares. (www.caminodelcid.org).